Hoy, altos ejecutivos de casi 20 empresas visitan la Casa Blanca para abordar la actual crisis de los chips y pensar cómo evitar más interrupciones en la cadena de suministro en el futuro.
La lista presenta a ejecutivos de Ford, Intel y Alphabet, lo que demuestra cómo una pequeña pieza de tecnología puede ser vital para las operaciones diarias de una gran variedad de industrias.
En primavera del 2020 las empresas dejaron de pedir chips, previendo una gran caída en su uso.
Sin embargo, la recesión económica en Estados Unidos tomó una forma algo diferente a la anticipada, y la demanda, en lugar de caer, aumentó. Las personas se abastecían de dispositivos electrónicos mientras trabajaban, estudiaban o jugaban en casa. Los estadounidenses continuaron comprando automóviles y desconfiaron más que nunca del transporte público.
La producción de chips también se detuvo debido al clima salvaje en Texas y otros contratiempos en las fábricas, lo que agravó la crisis.
Según el Wall Street Journal, la escasez de chips ha afectado “prácticamente a todas las grandes empresas de automóviles en los últimos meses”, lo que ha provocado que los fabricantes suspendan la producción de sus modelos más famosos.
Tanto GM como Ford han estimado que el déficit les costaría al menos $ 2 mil millones en ganancias.
La escasez de chips, según Sony, es la razón por la que hay tan pocas PS5 disponibles.
De cara al futuro, la solución no es fácil, porque el Covid-19 reveló problemas estructurales más profundos en la cadena de suministro de semiconductores como la dependencia excesiva de China, y el hecho de que no hay suficientes fabricantes de chips.