Una vez establecido el principio de que los poderes del Estado y hasta las CCAA pueden violar la CE sin consecuencias con el pretexto de un pretendido bien mayor, serán inevitables los abusos futuros.
— Javier Torrox (@Javier_Torrox) April 11, 2021
Un único abuso impune abre el camino a una miríada de abusos.
Hay una cosa más importante que ser una democracia: Ser un estado de derecho.
El estado de derecho es aquel en el que se aplican la jerarquía normativa. Hay una pirámide ( como decía Kelsen) de normas, en la que la Constitución forma la parte superior de la pirádime y luego se desciende por leyes de cada vez menos categoría.
¿Por qué es importante que se aplique la jerarquía normativa?
Cuanto más importante es una norma, más requisitos se exigen para que se cambie. Una Constitución requiere una mayoría amplísima para su aprobación, mientras que un decreto puede ser aprobado por el gobierno de turno sin mayor esfuerzo.
Cuando una ley de una comunidad autónoma puede alterar derechos constitucionales es que estamos en un Estado que ha dejado de ser derecho. El poder se ejerce de manera arbitraria, y un estado en el que el poder se ejerce de manera arbitraria no es un estado de ciudadanos sino de súbditos.
Eso es España. Un Estado en el que se puede incumplir la Constitución sin que los mecanismos establecidos para defenderla funcionen. El TC ha tragado con normas contrarias a la igualdad ante la ley por razón del sexo ( Ley Violencia de Género) con normas contrarias a la obligatoriedad del castellano en todo el Estado, o con normas que restringen la libre circulación de los ciudadanos sin tener la cobertura necesaria para ello.
Y el problema no es solo la falta de libertad actual, sino que sentado este antecedente, el poder se sentirá libre para limitar nuestra libertad con la menor excusa.
Antes de hablar de democracia, hemos de buscar recuperar el estado de derecho, que es anterior y más importante que la democracia.