Científicos de la Universidad e Investigación de Wageningen (WUR) y de la Universidad de Indiana han determinado que la creciente insignificancia de la verdad de los hechos en el debate público forma parte de una tendencia que dura décadas.
Aunque mucha gente se sorprende de la actual “era de la posverdad“, el estudio demuestra que en las últimas cuatro décadas el interés público se ha desplazado de lo colectivo a lo individual, y de la razón a la emoción.
De la proporción al sentimiento
Los investigadores descubrieron que las palabras relacionadas con la lógica, como “determinar” y “concluir”, empezaron a aumentar sistemáticamente a partir de 1850, mientras que las palabras asociadas a la experiencia humana, como “sentir” y “creer”, empezaron a disminuir. En los últimos 40 años, este patrón se ha invertido, acompañado de una transición de un enfoque colectivista a uno individualista, como demuestra la proporción de pronombres singulares a plurales como “yo”/”nosotros”.
“Interpretar este cambio sincronizado en el lenguaje de los libros sigue siendo difícil”, afirma Johan Bollen, coautor de la Universidad de Indiana. “Sin embargo, como hemos visto, la naturaleza de esta inversión puede verse tanto en la ficción como en la no ficción. Además, vemos el mismo patrón de cambio entre las palabras del humor y la racionalidad en las historias del New York Times, lo que indica que no es un resultado de los corpus de libros que examinamos.”
Causas
“Es inevitablemente especulativo inferir los impulsores de los patrones a largo plazo observables desde 1850 hasta 1980”, explica el autor principal de WUR, Marten Scheffer. “En lo que respecta a las tendencias de 1850 a 1980, una posibilidad es que los rápidos avances de la ciencia y la tecnología, así como sus beneficios socioeconómicos, impulsaron un aumento del estatus del enfoque científico, que acabó impregnando la cultura, la sociedad y las instituciones, desde la educación hasta la política. Esto puede haber conducido a un proceso de “desencanto”, ya que el papel del espiritualismo declinó en las culturas modernizadas, burocráticas y secularizadas, como ya señaló Max Weber”.
La causa exacta de la inversión de la tendencia a largo plazo observada en torno a 1980 es quizá aún más difícil de definir. Según los autores, puede haber una relación con las tensiones originadas por los cambios en la política económica durante los primeros años de la década de 1980, que pueden haberse justificado por motivos razonables, pero cuyos beneficios no se dispersaron de forma justa.
Uso de las redes sociales
Los autores descubrieron que el cambio de la racionalidad al sentimiento en el lenguaje de los libros se aceleró en torno a 2007 con el auge de los medios sociales, cuando la frecuencia de las palabras relacionadas con los hechos disminuyó mientras que el lenguaje cargado de emociones aumentó en todos los idiomas, una tendencia que fue paralela a un cambio del lenguaje colectivista al individualista.
Fuente: Marten Scheffer et al, The rise and fall of rationality in language, Proceedings of the National Academy of Sciences (2021). DOI: 10.1073/pnas.2107848118