Bueno, pues un ejemplo más de los problemas que plantean las vacunas del COVID. Speaker 1 El cardiólogo británico Aseem Malhotra ha realizado una publicación sobre la eficacia de las vacunas (parte 1 y parte 2) en the Journals of Insight Systems como informa Diario 16
Se le realiza una entrevista por James Freeman y lo que pide el cardiólogo es que se retiren inmediatamente las vacunas porquedice que hay grandes y poderosas corporaciones que tienen mucha influencia en los Gobiernos, en el sistema de salud, en los medios de comunicación y que tienen como principal objetivo sacar beneficios para sus socios, no dar los mejores tratamientos. Incluso se atreve a llamarles entidades psicópatas que influyen en la salud pública.
Lo que le pasó a este experto en cardiología es que su padre falleció y al hacer la autopsia se encontraron trombos en las arterias que parece que no tenían lógica. Aseem Malhotra se puso en contacto con otros expertos que también eran cardiólogos, y empezaron a ver que había ejemplos claros de un aumento de los problemas cardiacos por consecuencia no del COVID, sino de las vacunas del COVID.
De hecho, en el Reino Unido se detectó un incremento de 14000 ataques al corazón más fuera del hospital al año Dice el doctor Aseem Malhotra que para él la evidencia es muy clara.
Incluso afirma Aseem Malhotra que mirando los ensayos originales de Pfizzer se ve que hay un claro vínculo entre la vacuna y el riesgo de afección cardiaca. Se da miocarditis en 1 de cada dos mil setecientas personas. Y que en las edades de 16 de 39, según los estudios de Israel, ha habido un aumento de 25 % de los ataques al corazón y paros cardiacos.
Se necesitan, dice Aseem Malhotra, más estudios y lo fundamental para él es la completa suspensión de esta vacuna.
La suspensión de las vacunas debería ser lógica para cualquier persona que mire los datos, pero que no lo es ni para las empresas que las promocionan, ni para los gobiernos que las apoyan por oscuros intereses, ni para los medios de comunicación muchas veces participados por las mismas empresas, como es el caso del Fondo Blackrock, que están vendidos totalmente a las farmacéuticas y a los intereses ocultos de los gobiernos.
De una manera o de otra, hay que parar la administración de la vacuna por los daños absolutamente inhumanos y enormes que están produciendo.