Conflictos Geopolíticos Actuales 2025: Mapa y Análisis Completo
Introducción
El mapa de los conflictos geopolíticos actuales ya no se parece a un tablero de ajedrez con dos bandos claros. Es más bien una superposición de partidas: Ucrania y la OTAN, Gaza y Oriente Próximo, el Sahel y las rutas migratorias, Birmania y China, Washington y Pekín, más un frente silencioso en el ciberespacio.
El orden internacional surgido tras la Segunda Guerra Mundial muestra fatiga. Las instituciones que antes daban cierta estabilidad funcionan a golpe de veto y bloqueo. Al mismo tiempo, la violencia ya no se expresa solo en guerras convencionales: se libra también con sanciones económicas, controles de exportación, batallas por los semiconductores y la inteligencia artificial, campañas de desinformación y ataques informáticos que casi nunca se reconocen.
“La guerra es la continuación de la política por otros medios.”
— Carl von Clausewitz
Ese desorden se combina con un vacío de liderazgo global: la ONU aparece paralizada en crisis como Ucrania o Gaza, las potencias tradicionales miran hacia dentro y las emergentes no logran articular una alternativa coherente. Para quienes trabajan en política, medios, academia, empresa o sociedad civil, entender este rompecabezas ya no es un lujo intelectual; es una herramienta de trabajo.
Desde Presagio abordamos los conflictos con rigor histórico y socioeconómico, pero con lenguaje claro. En este análisis ordenamos el mapa de las guerras abiertas, explicamos por qué Ucrania y Gaza pesan tanto, miramos los conflictos “silenciosos” de África y Asia, analizamos la rivalidad entre Estados Unidos y China, las nuevas formas de guerra híbrida y los efectos económicos para empresas y ciudadanos.
Puntos Clave Del Artículo (H3)
Explicamos cómo se clasifican las guerras por su letalidad y por qué esa métrica es solo un punto de partida, no una explicación completa de los conflictos globales.
Analizamos la guerra ruso‑ucraniana y el conflicto israelí‑palestino en Gaza, conectándolos con energía, inflación y cambios militares en Europa y Oriente Próximo.
Damos espacio a conflictos prolongados de África y Asia —como Sudán, el Sahel, Birmania o Afganistán— y por qué reciben menos atención mediática pese a su enorme coste humano.
Estudiamos la rivalidad estructural entre Estados Unidos y China en comercio, tecnología y alianzas, y cómo presiona a terceros países.
Exploramos nuevas fronteras del conflicto —guerra híbrida, ciberseguridad, inteligencia artificial— y sus impactos económicos, con claves analíticas de Presagio para profesionales y organizaciones.
Clasificación y Escala de los Conflictos Globales en 2025
Para situar los conflictos geopolíticos actuales conviene empezar por la pregunta incómoda: ¿dónde muere más gente por violencia armada cada año? Una clasificación extendida usa el número de muertes directas en combate —militares y civiles— durante los últimos doce meses.
De forma resumida:
Guerras mayores: más de 10.000 muertes al año. Aquí entran la guerra ruso‑ucraniana, la guerra civil en Sudán, la fase reciente de la guerra en Gaza y parte de la violencia en el Sahel y el Magreb.
Guerras menores: entre 1.000 y 9.999 muertes. Incluyen conflictos como Somalia, la fase de baja intensidad de Siria o la violencia armada en Haití.
Conflictos y escaramuzas: por debajo de 1.000 muertes anuales; abarcan insurgencias locales, choques fronterizos o violencia étnica, como Cachemira o el sur de Tailandia.
Estas categorías se quedan cortas: no recogen las muertes por hambre, enfermedades o colapso de servicios básicos. En Presagio usamos los datos cuantitativos como punto de partida, pero siempre los conectamos con historia política, factores socioeconómicos y dinámicas regionales, considerando marcos de análisis como el Commitment to Development Index que evalúa el impacto integral de las políticas nacionales.
Europa Del Este: La Guerra Ruso-Ucraniana Y Sus Implicaciones Globales

La guerra ruso‑ucraniana es el conflicto que más ha cambiado la seguridad europea en lo que va de siglo. Sus raíces inmediatas están en 2014 —anexión de Crimea y guerra en el Donbás—, pero la invasión a gran escala de 2022 rompió cualquier ilusión de conflicto “congelado”. El resultado: cientos de miles de muertos, millones de desplazados y parte de la infraestructura civil ucraniana convertida en objetivo recurrente.
El impacto económico fue inmediato. La ruptura entre Europa y el gas y petróleo rusos disparó los precios energéticos y aceleró la transición hacia otras fuentes. El bloqueo parcial del grano ucraniano afectó a países muy dependientes del Mediterráneo y Oriente Próximo, añadiendo tensión a otros conflictos geopolíticos actuales y alimentando la presión inflacionaria global.
Rusia combina guerra convencional y guerra híbrida: desinformación, ciberataques, presión energética y operaciones encubiertas con un objetivo claro: erosionar la cohesión interna de la Unión Europea y la OTAN y debilitar el apoyo a Kiev. Incluso si se llega a un alto el fuego, es probable que el conflicto adopte una forma latente, con frentes diplomáticos, informativos y tecnológicos abiertos durante años.
Oriente Próximo: El Conflicto Israelí-Palestino Y Sus Múltiples Frentes

El conflicto israelí‑palestino es uno de los hilos centrales de la política internacional desde 1948. La guerra de Gaza iniciada en octubre de 2023 abrió una fase especialmente destructiva: decenas de miles de muertos, una franja devastada y una población atrapada entre bloqueo, bombardeos y colapso de servicios básicos.
La violencia se extiende a varios frentes:
Tensión creciente en Cisjordania entre colonos, ejército israelí y población palestina.
Choques frecuentes entre Israel y Hezbolá en la frontera con Líbano.
Ataques israelíes en Siria y acciones vinculadas a Irán.
Ataques de los hutíes de Yemen a barcos comerciales en el Mar Rojo, con desvíos costosos de rutas marítimas.
Todo ello repercute en la seguridad energética y el comercio internacional, sumando presión a otros focos de inestabilidad. Detrás de la secuencia de ataques y represalias hay factores estructurales: ausencia de un Estado palestino viable, ocupación prolongada, asentamientos, bloqueo, fragmentación política y tensiones étnico‑religiosas. Desde Presagio leemos este conflicto como un nudo donde se cruzan memorias históricas, geoestrategia regional y competencia entre potencias.
África: Insurgencias En El Sahel Y Conflictos Prolongados

África concentra algunos de los conflictos más letales del planeta y, sin embargo, suele ocupar menos titulares que otros conflictos geopolíticos actuales. No es por falta de gravedad, sino por una mezcla de distancia, complejidad y sesgos informativos.
En el Sahel y el Magreb operan grupos yihadistas vinculados a Al‑Qaeda y al autodenominado Estado Islámico en países como Mali, Burkina Faso, Níger, Nigeria y Chad. Se aprovechan de Estados frágiles, tensiones étnicas, pobreza extrema y el impacto del clima sobre agricultura y pastoreo. Los ataques a civiles y autoridades locales han generado desplazamientos masivos.
Sudán vive desde 2023 una guerra civil entre las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Apoyo Rápido; Etiopía sufre violencia persistente tras la guerra de Tigray; y en el este de la República Democrática del Congo actúan grupos armados como el M23 junto a decenas de milicias que disputan recursos minerales. Somalia, por su parte, sigue atrapada entre un Estado débil y la insurgencia de Al‑Shabaab.
Los factores comunes son claros: herencias coloniales mal resueltas, competencia por recursos en contextos de pobreza extrema, proliferación de armas y efectos del cambio climático sobre sociedades rurales. Lo que ocurre en África no es “periferia”: se conecta con rutas migratorias, mercados de materias primas y redes criminales que atraviesan continentes.
Asia: Birmania, Afganistán Y La Continuidad De Conflictos Históricos
Asia alberga algunos de los conflictos más prolongados de la historia contemporánea. Birmania (Myanmar) es la guerra civil más larga del mundo: el golpe militar de 2021 disparó una nueva fase de enfrentamiento entre la junta y una coalición de milicias étnicas y fuerzas prodemocracia, con decenas de miles de muertos y ciudades bombardeadas.
Afganistán salió de la primera plana tras la retirada de tropas occidentales en 2021, pero el conflicto no terminó. El régimen talibán se enfrenta a la rama local del Estado Islámico y a resistencias dispersas, mientras el país sufre colapso económico, restricciones extremas a derechos básicos —especialmente de las mujeres— y una crisis humanitaria prolongada.
Yemen es otro ejemplo de guerra enquistada: aunque la intensidad de los combates ha bajado, la infraestructura está destrozada y buena parte de la población depende de ayuda internacional. La implicación de Arabia Saudí, Irán y otros actores regionales conecta este conflicto con las tensiones de Oriente Próximo.
En Presagio entendemos estos casos como conflictos históricos no resueltos en sus causas profundas. Las intervenciones externas han añadido capas de desconfianza y violencia, por lo que el análisis exige combinar memoria histórica, dimensiones étnicas y religiosas y lectura atenta de la política regional.
América Latina: Narcotráfico, Violencia Criminal Y Crisis De Seguridad
En América Latina, muchos conflictos geopolíticos actuales adoptan la forma de violencia criminal más que de guerras convencionales, un fenómeno analizado en profundidad por organismos internacionales en contextos de desafíos económicos cambiantes según documentos del FMI sobre la región. La frontera entre conflicto armado y crimen organizado se difumina cuando grupos ilegales controlan territorios, desafían al Estado y generan niveles de letalidad comparables a los de una guerra.
México es el ejemplo más citado: la llamada guerra contra el narcotráfico, iniciada en 2006, ha dejado cientos de miles de muertos. Los cárteles se enfrentan entre sí y contra las fuerzas de seguridad por rutas, territorios y rentas locales, con impacto directo en la política y la percepción internacional del país.
Haití vive un colapso estatal extremo: grandes zonas de la capital están bajo control de pandillas armadas, con miles de muertos, desplazados y secuestros generalizados. En Colombia, las disidencias de las FARC, el ELN y otros grupos disputan territorios y economías ilícitas pese al acuerdo de paz de 2016. Ecuador pasó en pocos años de ser visto como “isla de paz” a declarar un “conflicto armado interno” frente a bandas transnacionales.
Los factores estructurales se repiten: economías ilícitas que mueven grandes volúmenes de dinero, instituciones capturadas o frágiles, alta desigualdad y territorios donde el Estado casi no está presente. El resultado es un impacto profundo sobre la gobernabilidad democrática, los derechos humanos y los flujos migratorios.
La Rivalidad Entre Grandes Potencias: Estados Unidos Vs. China
Por encima de muchos conflictos regionales, la tensión que más define la política internacional es la rivalidad entre Estados Unidos y China. No es una guerra abierta, pero estructura buena parte de los conflictos geopolíticos actuales y se manifiesta en frentes comercial, tecnológico, diplomático y militar indirecto.
En el plano económico, se observa un desacoplamiento parcial: aranceles, restricciones a la inversión y controles de exportación buscan reducir dependencias mutuas y rediseñar cadenas de suministro. Muchas empresas optan por estrategias de nearshoring y friend‑shoring, replanteando dónde producen y con quién se asocian.
El núcleo más tenso está en la competencia tecnológica. Estados Unidos limita el acceso de China a maquinaria y semiconductores avanzados e impulsa a sus aliados a hacer lo mismo. Pekín responde con inversiones masivas en chips, inteligencia artificial y computación cuántica. Esta carrera tecnológica pasa a ser un asunto de seguridad nacional, con efectos en sectores que, en apariencia, son civiles.
Terceros países —de la Unión Europea a América Latina, África o el Sudeste Asiático— intentan mantener márgenes de autonomía, pero se ven presionados para alinearse con uno u otro bloque en temas clave, como analizan estudios sobre Third-country MNEs, trade wars, y las oportunidades competitivas que emergen de esta fragmentación. Los vaivenes de la política estadounidense, desde la administración Trump hasta sus sucesores, alimentan la percepción de un socio más transaccional y menos predecible, lo que añade incertidumbre a largo plazo.
El Vacío De Liderazgo Y La Crisis De La Gobernanza Global
Tras la multiplicación de conflictos geopolíticos actuales aparece un problema profundo: la crisis de la gobernanza global. Las instituciones nacidas tras la Segunda Guerra Mundial —ONU, FMI, Banco Mundial, grandes tratados de control de armas— ya no reflejan bien la distribución de poder ni la variedad de actores relevantes, como se observa en documentos oficiales de Naciones Unidas que evidencian las limitaciones actuales de los mecanismos de gobernanza global.
El Consejo de Seguridad de la ONU queda bloqueado por el veto en crisis como Ucrania o Gaza. Muchas economías emergentes sienten que no están representadas de forma justa en los órganos de decisión, mientras las potencias tradicionales atraviesan problemas internos: polarización en Estados Unidos, divisiones estratégicas en Europa, debates sobre autonomía estratégica y gasto militar.
“Nos encontramos al borde del abismo y nos movemos hacia él con los ojos abiertos.”
— António Guterres, secretario general de la ONU
Las potencias emergentes agrupadas en marcos como los BRICS ampliados han ganado peso económico, pero no forman un bloque coherente. El resultado es un vacío de liderazgo donde actores revisionistas ponen a prueba las reglas sin encontrar una respuesta coordinada. La fuerza vuelve a pesar más que la norma y las respuestas a las crisis son parciales o tardías. Desde Presagio defendemos la necesidad de análisis contextual que conecte guerras concretas con las estructuras de poder y las limitaciones reales del sistema internacional.
Nuevas Fronteras Del Conflicto: Guerra Híbrida, Ciberseguridad E Inteligencia Artificial
Los conflictos geopolíticos actuales ya no se libran solo con tanques y misiles. Cada vez más, se desarrollan en terrenos donde la frontera entre guerra y paz es borrosa.
La guerra híbrida combina:
Campañas de desinformación en redes sociales y medios.
Ciberataques contra instituciones, empresas e infraestructuras críticas.
Presión económica y chantaje energético.
Operaciones encubiertas difíciles de atribuir.
Rusia es uno de los actores que más ha desarrollado este enfoque, aunque no es el único. El espacio cibernético se ha vuelto un frente central: un ataque a redes eléctricas, sistemas de agua o servicios financieros puede paralizar un país sin disparar un solo proyectil visible.
La inteligencia artificial abre otra dimensión. El desarrollo de sistemas muy potentes va por delante de cualquier marco regulatorio global y permite experimentar con armas autónomas, sistemas de vigilancia masiva o contenidos falsos sofisticados (deepfakes). Estas herramientas pueden manipular elecciones, alimentar conflictos internos o justificar intervenciones externas.
En paralelo, existen “espacios ingobernados” —zonas del Sahel, áreas selváticas o ciertas fronteras asiáticas— donde se cruzan grupos armados, redes criminales y actores externos. Son laboratorios de nuevas formas de violencia que luego se conectan con otros escenarios.
Analizar este nuevo entorno exige unir conocimientos de seguridad, tecnología, política y sociología, aplicando marcos conceptuales de resiliencia organizacional como los desarrollados en estudios académicos sobre (PDF) Resilience: The Concept, que ayudan a comprender la adaptación ante amenazas múltiples. En Presagio prestamos especial atención a estas fronteras del conflicto porque afectan tanto a Estados como a empresas y ciudadanos.
Impactos Económicos Y Empresariales De La Inestabilidad Geopolítica

Los conflictos geopolíticos actuales ya no son un asunto exclusivo de ministerios de defensa, como evidencian informes de organismos multilaterales sobre comercio y desarrollo que documentan los vínculos entre inestabilidad política y disrupciones económicas globales. Para cualquier empresa con proveedores internacionales, clientes en otros países o dependencia de materias primas, la geopolítica se ha convertido en un factor de riesgo central.
Algunos impactos clave:
Cadenas de suministro: guerras como la de Ucrania o los ataques en el Mar Rojo pueden bloquear rutas marítimas, encarecer seguros y fletes o cortar el acceso a cereales, energía o semiconductores.
Precios e inflación: los conflictos han generado saltos bruscos en precios de gas, petróleo, fertilizantes y alimentos. Esto presiona los márgenes empresariales y reduce el poder adquisitivo de los hogares.
Volatilidad financiera y regulatoria: golpes de Estado, sanciones, cambios de gobierno o nuevas normas pueden alterar de un día para otro las condiciones de operación en un país. Las empresas necesitan escenarios alternativos y mayor flexibilidad para ajustar inversiones y presencia geográfica.
Cumplimiento normativo y reputación: los regímenes de sanciones y las exigencias ASG obligan a revisar socios, proveedores y destinos de negocio. Operar en zonas marcadas por conflictos es también un reto reputacional.
Ciberseguridad: compañías de sectores estratégicos pueden convertirse en objetivos de ataques ligados a disputas entre Estados, incluso sin relación directa con la política.
Desde Presagio sugerimos integrar el riesgo geopolítico en la planificación estratégica, no como un añadido exótico, sino como parte del análisis de mercado. Para muchas organizaciones, contar con un mapa claro de amenazas y oportunidades geopolíticas marca la diferencia entre anticipar cambios o reaccionar tarde.
Conclusión
El repaso de los conflictos geopolíticos actuales en 2025 muestra un entramado de guerras abiertas, tensiones entre grandes potencias, conflictos prolongados y nuevas formas de confrontación digital y tecnológica. De Ucrania a Gaza, pasando por el Sahel, Birmania, Afganistán, México o Haití, las líneas de frente se cruzan con cadenas de suministro, precios de la energía, flujos migratorios y debates internos en cada sociedad.
La rivalidad entre Estados Unidos y China reordena alianzas, mientras la arquitectura de gobernanza global muestra desgaste e incapacidad para responder de forma coordinada. La geopolítica ya no se juega solo en las fronteras, sino también en chips, cables submarinos, plataformas digitales y territorios donde el Estado casi no existe.
“La historia no se repite, pero rima.”
— Frase popularmente atribuida a Mark Twain
Desde Presagio apostamos por un análisis riguroso, con profundidad académica y lenguaje claro, que conecte pasado y presente, decisiones de élites políticas y condiciones materiales de las sociedades. Para profesionales de la política, periodistas, académicos, estudiantes y ciudadanos activos, seguir de cerca estos conflictos es una forma de participar de manera más informada en los debates democráticos.
El año 2025 se perfila como un momento de alta volatilidad. Presagio seguirá ofreciendo análisis que vayan más allá del titular y ayuden a ver el mapa completo, invitando a quien nos lee a seguir explorando con nosotros las tendencias políticas y geopolíticas que marcarán los próximos años.
Preguntas Frecuentes (FAQs)
¿Cuál Es El Conflicto Más Letal Del Mundo En 2025?
La guerra ruso‑ucraniana se mantiene como el conflicto más mortífero de la década, con estimaciones de cientos de miles de muertos acumulados desde 2014, especialmente tras la invasión a gran escala de 2022. A ello se suman guerras muy letales como la de Etiopía en Tigray, la guerra civil en Sudán o la intensificación del conflicto en Birmania tras el golpe de 2021. La mayoría de las cifras se refieren a muertes directas; las indirectas —por hambre, enfermedades o colapso de servicios— suelen ser aún más difíciles de medir.
¿Cómo Afecta La Rivalidad Entre Estados Unidos Y China A La Economía Global?
La rivalidad entre Estados Unidos y China impulsa un desacoplamiento parcial: aranceles, restricciones a la inversión y controles de exportación sobre tecnologías clave como semiconductores o inteligencia artificial. Muchas empresas se ven obligadas a rediseñar sus cadenas de suministro, diversificar producción y asumir mayores costos operativos. La competencia tecnológica crea nuevas barreras y presiona a terceros países para alinearse con uno u otro bloque, lo que fragmenta el comercio mundial y genera reglas distintas según la zona.
¿Qué Es La Guerra Híbrida Y Quién La Utiliza?
La guerra híbrida es una forma de confrontación que combina tácticas militares convencionales con desinformación, ciberataques, presión económica y operaciones encubiertas. Busca desestabilizar a un adversario sin declarar formalmente la guerra ni aparecer como agresor directo. Rusia es uno de los principales usuarios de esta estrategia en su relación con Ucrania y con países occidentales, aunque otros actores estatales y no estatales también la usan. La dificultad para atribuir con precisión los ataques complica la respuesta y la disuasión.
¿Por Qué Los Conflictos Africanos Reciben Menos Atención Mediática?
Muchos conflictos africanos quedan fuera del foco mediático por varios motivos:
Los medios dan prioridad a crisis que afectan de forma directa a potencias occidentales.
Muchos conflictos tienen raíces históricas profundas y múltiples actores, lo que dificulta explicarlos en poco espacio.
La falta de corresponsales permanentes y las dificultades de acceso a zonas de combate reducen la cobertura.
Pese a ello, se trata de algunos de los conflictos geopolíticos actuales con mayores costes humanos, y su impacto se deja sentir en migraciones, seguridad internacional y mercados de materias primas.


